Hay que romper barreras. ¿Por qué no hacemos en el ON lo que
hacemos habitualmente en el OFF?
Cuando
acudo a comprar algún producto al Centro Comercial cercano a mi casa, hago el ejercicio de
pensar en la experiencia de compra que ocurriría si hubiera decidido comprar en
ON.
¿Por
dónde empiezo? Vamos al Centro Comercial; desplazamiento en coche, búsqueda de aparcamiento
y comienzo a buscar la tienda de referencia entre filas de gente que parece que
le regalan las cosas, aunque, lo que es entrar a las tiendas a comprar, entran pocas.¿Cómo
sería esta
experiencia en ON?
Voy
a tumbarme al sofá, abro mi IPAD, exploro en favoritos mi tienda en cuestión y comienzo a
buscar mis zapatillas deseadas .
¿Volvemos
al OFF? Las tengo, las veo y necesito que alguien me atienda. No encuentro mi
número entre las del expositor. Mala suerte !! Los vendedores están ocupados; 5
minutos aprovechando a mirar otras cosas pero, finalmente, puedo solicitar mi número
a un amable empleado y espero sentado con intención de probarme.
¿Soñamos
en ON? Las localizo en la Web, pincho en el modelo, doy al zoom y me aseguro
que es el modelo que me gusta, no sé, no estoy seguro del color, miro otras
opciones que me propone, pero no sé que hacer. ¿Y si pidiera las dos y al
verlas físicamente decido? Rápidamente me contesto que no, los gastos de
devolución son caros y corren por mi cuenta ¿Y si voy al Centro Comercial a
verlas en directo y luego elijo en casa? Nada, que no. Me decido finalmente por las primeras y hago doble
clic y añadir al carrito. El cuestionario a rellenar, evitable (ya lo hice con
otra compra anterior) por tanto, continuo compra, confirmo dirección, confirmo
método de pago y finalizo compra. Ahora, una cabezadita en el sofá.
¿Por
dónde íbamos en OFF? Sentado, esperando a que me traigan mi número. Por fin
llega, al final en mi número no hay el color que quería y me proponen otras; no
me disgustan pero, tal vez, necesito un número más. Solicito un número más y,
finalmente, me
encuentro con tres pares a mis pies, pendientes de que tome mi decisión de
compra.
Ya
por fin me decido. Me terminé probando 3 pares y me llevo las que me recomendó el
vendedor.
Al
llegar a la caja ¡menuda cola! No funciona el TPV y hay que pagar en efectivo.
Además, en los cambios no devuelven el dinero y te dan un vale en caso de que
no te guste nada, manda narices y, encima, 10 céntimos por la bolsa. En fin,
tengo ganas de darme una cabezadita y busco rápido el parking y, si el tiempo
acompaña, me
propongo estrenarlas cuando me despierte de mi merecida siesta.
¿Por
qué las experiencias de compra son tan distintas? ¿Podemos hablar de ecommerce
de verdad cuando las experiencias son tan distintas para el mismo hecho? ¿Por
qué no puedo en una compra On probarme y decidir después, como hice en OFF?
¿Por qué hay una barrera en el proceso de envío (coste) y devolución en ON?
¿Hasta que punto mientras no resolvamos esto los e-retailers y las compañías de
servicios, no estaremos cerca de lo que es el ecommerce como canal adicional de
venta? ¿Por qué no se buscan fórmulas que lleven a ofrecer los servicios de
entrega y devolución gratuitos? ¿Por qué no pensamos que cuantas menos
barreras, más pedidos, más servicios logísticos etc.?
Las
compañías de servicios tenemos que trabajar con ideas novedosas y cada vez más
eficientes no sólo
para distinguirnos unos de otros, si no para estar con soluciones que aporten
valor al e-retailer y al consumidor. Esa es la apuesta en el corto plazo más
importante que tenemos.
En las próximas entradas del post iré desgranando algunas de
las ideas y proyectos que estamos trabajando para dar respuestas a las
preguntas planteadas.
Al
final, romper barreras no es más que cambiar nuestra esquema o mapa mental sobre algo.
Me encanta el planteamiento! Siempre habrá una parte de compradores que prefieran "la experiencia de comprar in situ", pero para los tantos otros hacen falta nuevas soluciones. Y eso no ha hecho mas que empezar.
ResponderEliminar